Inicio Novedades Quedará en libertad la falsa secretaria de Juliana Awada

Quedará en libertad la falsa secretaria de Juliana Awada

Compartir

La mujer acusada de haber cometido estafas invocando falsos contactos con la primera dama Juliana Awada recuperará su libertad tras pagar una fianza de medio millón de pesos y saldrá del penal de Ezeiza.

Se trata de María Florencia Bergamini, quien saldrá del penal de Ezeiza luego de que familiares y amigos reunieran durante el fin de semana el dinero que no había conseguido para ser liberada el viernes pasado, según informaron desde su entorno.

La libertad bajo fianza de Bergamini había sido dispuesta por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien la envió al penal de Ezeiza y ordenó que le hicieran exámenes psiquiátricos luego de que la defensa de la acusada indicara que no había logrado reunir el monto exigido.

Bergamini está acusada de haberse hecho pasar por encargada de prensa de Awada, a quien aludía como “jefa”, para cometer estafas, entre ellas promover compras de ropa con falsos descuentos en un local de la marca Jazmín Chebar en un shopping en zona norte.

La sospechosa también fue acusada de haber vendido viajes a Rusia a sus “clientas”con la promesa de estar en contacto directo con la primera dama durante el mundial de fútbol a realizarse en ese país a partir del 14 de junio próximo.

Además, le atribuyeron haber organizado una cena en el restaurante “Estilo Campo” de Puerto Madero, que pagó en su totalidad y, según dijo, “a nombre” de la esposa del presidente Mauricio Macri.

En su declaración indagatoria de la semana pasada la imputada negó haber utilizado el nombre de Awada, aclaró que estaba dispuesta a pedirle disculpas a la primera dama si fuera necesario y afirmó que devolvió todo el dinero a las seis “amigas” que la denunciaron y que no buscó estafar a nadie.

Durante la indagatoria, la acusada realizó una breve explicación en la que también aludió a «infinidades de calumnias e injurias” de personas que “ni siquiera conoce” y luego se amparó en su derecho de no contestar ninguna pregunta.

Incluso, su defensor Guillermo Juan Acuña Anzorena presentó a la Justicia boletas de depósito con los que buscó demostrar que la acusada devolvió el dinero que había cobrado.