La concesionaria Aubasa señaló en un comunicado que se registraron demoras de varios minutos en las principales vías de regreso desde los balnerarios bonaerenses hacia el Área Metropolitana de Buenos Aires.
En el marco de los controles y testeos para detectar eventuales casos de coronavirus entre turistas que ingresan a la Ciudad de Buenos Aires, el balance del primer día fue de varias cuadras de fila y viajeros disconformes por las demoras. En efecto, a fin de seguir mejorando la coordinación del circuito de atención, habrá que sacar un turno previo.
Se trata de las nuevas medidas para los turistas que arriben desde el interior y países limítrofes, que rigen para personas no residentes que permanezcan al menos un día y provengan de más de 150 kilómetros; y también para quienes vivan en Capital Federal pero reingresen luego de 72 horas, todos mayores de 12 años.
- la terminal Dellepiane para los que llegaron en micros de larga distancia,
- el edificio de la antigua cervecería Munich de Costanera Sur para los que utilizaron otros medios
- y el Centro de Convenciones (CEC) -solamente para vehículos particulares-.
Más de 2700 vehículos por hora circulaban el martes por la tarde sobre la Ruta 2 a la altura de la localidad bonaerense de Samborombón desde la ciudad balnearia de Mar del Plata hacia la Ciudad de Buenos Aires, informó la concesionaria Autopistas de Buenos Aires S.A. (Aubasa).
La concesionaria señaló en un comunicado que se registró un tránsito intenso y demoras de varios minutos en las principales vías de regreso desde los balnerarios bonaerenses hacia el Área Metropolitana de Buenos Aires.
A partir del 15 de diciembre también en Ezeiza se realizará un test de saliva, cuyo valor para el turista internacional será de $ 2.500. Sólo deberán ser costeados por los residentes de otros países. El resto serán cubiertos por las obras sociales, seguros médicos o por el Gobierno de la Ciudad. Y será gratuito para personas con discapacidad, personas que reciban asistencia estatal y jubilados.