Tras casi dos años de espera, la inauguración del Mercado de los Carruajes tiene fecha: la ex cochera presidencial abrirá en febrero con una oferta inédita de gastronomía, productos frescos y bazar. Este sábado podrá probarse un adelanto, con la apertura de algunos locales dentro de un festival gastronómico oficial.
Adrián Batovaz, gerente general del Mercado de los Carruajes. Pero su entusiasmo igual se nota. “Las obras recobraron ritmo en octubre y no fue fácil poner la rueda a girar: volver a poner en marcha las bombas, los aires acondicionados, los ascensores. Estoy muy emocionado”, resalta.
La entrada en calor del nuevo mercado será con 15 de sus 43 locales, que abrirán este sábado como anticipo de la gran inauguración en dos semanas. Este adelanto será parte del festival BA Capital Gastronómica, organizado por el Ministerio de Desarrollo Económico porteño, que tendrá más puestos de comida a precios accesibles, la final de un concurso de cocina y música en vivo.
La expectativa es mucha, y no solo porque la apertura del Mercado de los Carruajes se canceló varias veces. También porque este nuevo reducto gourmet es la sede elegida para el desembarco en el continente de marcas internacionales como la chocolatería madrileña San Ginés o la tienda parisina de delicatessen Fauchon.
El marco es el otro gran motivo de interés: el mercado se ubica en lo que fue la antigua caballeriza presidencial, un imponente edificio de ladrillo a la vista que hace más de un siglo ocupa la esquina de Leandro N. Alem y Tres Sargentos, en el Microcentro.
Muchas cosas cambiaron desde que arrancó la obra, que iba a inaugurarse cuando empezó la pandemia. Una de ellas es la mayor exigencia en ventilación. Otra es el entorno: de un centro repleto de oficinistas y visitantes se pasó a capacidad ociosa y un turismo que retorna tímido. Incluso la lista de participantes cambió: algunos locales se mantuvieron, otros se levantaron, y otros modificaron su propuesta.
Pero a grandes rasgos la distribución se mantiene. La planta baja es para gastronomía, bazar y productos frescos o gourmet. La alta, solo para restaurantes y bares de cócteles, cerveza o vino. Algunos funcionarán en islas en la terraza, que es abierta y tiene un incipiente jardín vertical al fondo. Se espera que en los próximos meses se inaugure otra terraza, en un nivel superior.
En ambos pisos hay áreas para que hasta 200 personas en total puedan sentarse a comer. Espacio sobra: son casi 4000 metros cuadrados cubiertos. Hasta 5.000 personas podrán recorrer el lugar al mismo tiempo, un escenario imaginario muy distinto al que exhibe la obra en tiempo de descuento, cuando los únicos presentes son gastronómicos ansiosos y operarios que taladran, prueban luces, montan hongos decorativos hechos en papel.
Entre los locales, habrá para elegir: podrá beberse cerveza, vermut o vino; disfrutar de un sándwich de porchetta en una despensa de fiambres y quesos; probar empanadas, carne a la parrilla, crepes, mariscos, churros y platos japoneses. También es bienvenida la bolsa de compras para aprovechar la oferta en delicatessen, panadería, pastelería, vegetales y bazar.
Fuente : Clarín