Bajo porteño ha sido protagonista de constantes cambios a lo largo de la historia y parece que en los próximos años las obras continuarán. Polémicos traslados de estatuas, reacomodo de calles, estacionamientos, nuevos edificios y enrejado son algunas de las modificaciones que realizaron los distintos gobiernos desde 1937, cuando toda el área era de acceso público.
Tras la inauguración del nuevo helipuerto dentro de la Casa Rosada que reemplaza al que estaba situado fuera del predio de la casa de Gobierno, el ministerio de Desarrollo Urbano construirá en ese lugar un estacionamiento subterráneo de dos niveles. Uno para los colectivos que salen de la vereda del Centro Cultural Kirchner y otro para autos de Casa Rosada. Por encima de este último habrá un parque.
Los cambios, previstos para 2019, planean generar un nuevo espacio verde entre las avenidas Belgrano, Corrientes, Paseo Colón y Huergo/Madero, con una extensión total de 102.000 m² abiertos al público. Para ello serán intervenidos 136.000 m². Se eliminarán rejas, se ampliarán veredas, habrá nuevo mobiliario urbano, ciclovías, centros para ejercitarse y juegos infantiles.
Además del nuevo helipuerto, se relocalizarán el Mástil Nacional, el monumento a Juan de Garay y el de Juana Azurduy. Además, se recuperarán los espacios verdes hoy destinados al ministerio de Defensa y al estacionamiento frente a la Aduana, mientras que la Av. La Rábida contará con una nueva traza, lo que facilitará el tránsito vehicular y permitirá el paseo peatonal en las inmediaciones de la Casa Rosada.
A lo largo de toda su historia, la sede del gobierno fue creciendo para no quedar pequeña frente a los grandes edificios públicos que se proyectaban y construían en el corazón de la ciudad. Los alrededores del edificio también cambiaron mucho con los años. En la década de 1930, el espacio era público y tenía mucho verde, muy diferente a la situación actual, que tiene un terreno enrejado y sin calles de por medio.
En aquella época toda el área era de acceso público y no estaba relacionado con la Casa Rosada. El Edificio Libertador, hoy sede del ministerio de Defensa, se encontraba en etapa de proyecto y recién fue inaugurado en abril de 1943 por el presidente Ramón Castillo. En 1938 se construyó uno nuevo, frente a la calle Yrigoyen, y se decidió aprovechar la parte demolida para hacer un ensanche de la calzada, al tiempo que avanzaba la construcción del Palacio de Hacienda. Además, fue necesario reubicar una boca de acceso a la estación Plaza de Mayo de la línea A de subterráneo, que se encontraba sobre la traza de la ampliación de la calle angosta.