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El Parque del Bajo, un nuevo pulmón verde para la Ciudad

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Con la reciente sanción definitiva de la ley que lo promueve, el distrito porteño sumará 102 mil metros cuadrados en un espacio público integrado, que se extenderá por detrás de la Casa Rosada, desde Belgrano hasta Corrientes.

Fueron necesarias dos instancias de aprobación y una audiencia pública entre ambas para que su creación obtuviera el visto bueno definitivo. Hubo polémica por la reubicación de monumentos. Pero, finalmente, el Parque del Bajo será una realidad y la Ciudad de Buenos Aires sumará un nuevo pulmón verde que tendrá una extensión total de 102 mil metros cuadrados.

La ley que lo promueve fue sancionada en segunda lectura el jueves de la semana pasada con 34 votos a favor: 31 del flamante interbloque Vamos Juntos (que incluye al Pro, a la Coalición Cívica y a Confianza Pública, de Graciela Ocaña), más el apoyo de Javier Gentilini (Frente Renovador), Claudio Palmeyro (Sindical Peronista) y Adrián Camps (Socialista Auténtico). Se registraron 18 sufragios en contra (del FpV, del interbloque Evolución, que responde políticamente a Martín Lousteau, y de los bloques FIT, Corriente Nacional de la Militancia y Bien Común) y dos abstenciones (del Bloque Peronista).

Pero, ¿qué es el Parque del Bajo? Un gran espacio público que se extenderá, de Este a Oeste, entre las avenidas Paseo Colón y Huergo/Madero, y de Sur a Norte, desde la avenida Belgrano hasta la avenida Corrientes, donde termina el Centro Cultural Kirchner. Comprenderá la plaza Presidente Perón (ubicada delante del edificio de la Aduana de Buenos Aires), los jardines de la Plaza de las Armas del Ejército Argentino, la plazoleta José Razzano, la plaza Nuestra señora de las Nieves (donde hoy se encuentra el helipuerto presidencial), la plazoleta Hipólito Bouchard, la Plaza del Correo, la plazoleta Dr. Carlos Alberto Erro y la Plazoleta del Tango.

La idea es que, una vez finalizada la obra, estas diferentes áreas que hoy se encuentran divididas y con difícil acceso entre sí formen un conjunto verde que pueda ser recorrido a pie. Allí se sumarán, a su vez, nuevos espacios públicos (recreativos y deportivos), además de ciclovías.

Como parte del proyecto se quitará la reja del Ministerio de Defensa, se modificará el trazado de la avenida La Rábida (lo que facilitará el tránsito vehicular y permitirá el paseo peatonal en las inmediaciones de la Casa Rosada), se relocalizará el helipuerto presidencial (ubicándolo hacia el interior de la Casa de Gobierno, en la plazoleta 11 de Junio de 1580), se eliminará el estacionamiento actual de la Casa Rosada y se creará otro estacionamiento subterráneo con dos subsuelos para colectivos y para autos gubernamentales (por debajo de donde se encuentran el que existe hoy y el helipuerto), y se trasladarán los monumentos a Juana Azurduy y Juan de Garay, el mástil principal de la Casa Rosada y el retoño del árbol de Guernica.

Juana Azurduy llegó y se va

Hace solo dos años que el monumento a Juana Azurduy fue inaugurado detrás de la Casa de Gobierno, en el lugar en el que se encontraba la estatua de Cristóbal Colón. El traslado del monumento del descubridor de América, promovido por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, generó una durísima disputa entre la ex primera mandataria y Mauricio Macri, quien en ese momento gobernaba la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y se oponía a su reubicación. Finalmente, la discusión se zanjó con la decisión de la Legislatura porteña de colocar la estatua de Colón en una plazoleta frente al aeroparque Jorge Newbery, un hecho que aún no se concretó.

Ahora, el monumento a Azurduy será relocalizado en un espacio verde frente al ingreso principal del Centro Cultural Kirchner (ex Correo Central). “Actualmente, la estatua no se puede ver por el lugar en el que se encuentra. Está escondida detrás de rejas. Con la reubicación, va a poder ser disfrutada por todos. Vamos a darle el valor que hoy no tiene”, argumentaron desde el Gobierno de la Ciudad, tratando de alejar cualquier tipo de controversia con el kirchnerismo.

También será reubicado el monumento a Juan de Garay, aunque, en este caso, solamente se lo correrá unos metros dentro del mismo espacio verde en que se encuentra actualmente, para permitir la construcción del nuevo helipuerto presidencial, que estará más cercano a la sede gubernamental, a la altura de la intersección de las avenidas Leandro Alem y Rivadavia. La ley estipula, además, que las condiciones de seguridad del nuevo helipuerto presidencial deberán ser determinadas por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

Espacio verde y espacio público

En diálogo con Noticias Urbanas, el presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura porteña, Agustín Forchieri (Pro), destacó que “con el Parque del Bajo, se sumarán 60 mil metros cuadrados de nuevo espacio público”. Y detalló: “Serán 35 mil metros cuadrados de nuevo espacio público verde, más 25 mil metros que ya eran verdes, pero que ahora los hacemos públicos. Lugares a los que, hasta ahora, la gente no podía acceder. Porque, por ejemplo, un jardín enrejado puede ser un espacio verde, pero, ¿de qué sirve si los ciudadanos no pueden ingresar a él? Lo importante acá es que, además de verdes, estos espacios serán públicos”, remarcó.

Finalmente, señaló que, también, “se pondrán en valor 42 mil metros cuadrados de espacio público ya existente”, con lo que se completará así la superficie total de 102 mil metros cuadrados que conformarán el Parque del Bajo.

La iniciativa será llevada a cabo por el Gobierno de la Ciudad, en conjunto con la Nación y la Corporación Antiguo Puerto Madero. Y se sumará a la transformación que traerá en la zona la futura construcción del denominado Paseo del Bajo, un corredor vial de 7,1 kilómetros que conectará las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata y que fue definido por Horacio Rodríguez Larreta como “la obra vial más importante de los últimos 50 años”.

El Paseo del Bajo es un corredor vial de 7,1 kilómetros que conectará las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata. Estará ubicado entre Alicia Moreau de Justo y las avenidas Huergo/Madero, y tendrá cuatro carriles exclusivos para camiones y micros de larga distancia (gran parte de ese recorrido será en un corredor en trinchera de 25 metros de ancho), lo que permitirá circular más rápido hasta los accesos directos al Puerto y a la Terminal de Retiro. Además, contará, en la superficie, con ocho carriles para vehículos livianos, cuatro en sentido Norte y cuatro en sentido Sur.

Dicha obra, cuya realización estará a cargo de AUSA, mejorará la fluidez del tránsito de autos, colectivos y camiones, reordenando y aumentando la seguridad vial en toda la zona. La misma será financiada con fondos propios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Nación, y, en un porcentaje mayor, por un préstamo internacional del Banco de Desarrollo de América Latina CAF.

Su construcción fue sancionada definitivamente en marzo de este año por la Legislatura porteña, tras la realización de una audiencia pública. Su aprobación inicial había tenido lugar en diciembre del año pasado.

La obra arquitectónica, a su vez, estará a cargo de la Corporación Puerto Madero, que luego la cederá al Estado de la Ciudad. El diseño paisajístico tendrá en cuenta las propuestas de un concurso público de ideas que será auspiciado por el Gobierno porteño, la Federación Argentina de Entidades de Arquitectura (Fadea) y la Sociedad Central de Arquitectos (SCA).

La ley permite, por debajo del manto vegetal, la construcción de hasta 1.500 cocheras para estacionamiento de automotores para solventar el Polo Gastronómico. Sin embargo, por encima de la superficie impide la construcción de edificios, ya que ese espacio se dedicará exclusivamente a parque. A tales efectos, fueron rezonificados diversos terrenos de Puerto Madero.

El proyecto está vinculado, asimismo, con el plan urbanístico de Catalinas Norte 2 (en la zona lindera entre Puerto Madero y Retiro), que tendrá un 70 por ciento de áreas parquizadas públicas y un 30 por ciento de espacios para emprendimientos inmobiliarios y comerciales.

El Paseo de Bajo contendrá, además, una nueva red de ciclovías integrada a la actual, que fomentará la recreación y la movilidad sustentable.