Más de cuatro mil atletas de 206 países del globo competirán durante 13 días en diversos puntos de la ciudad. Los parques que el Comité organizador dispuso para los desempeños deportivos son ocho, ubicados a lo largo y ancho de la urbe. Puerto Madero -Parque Urbano-, el Planetario -Parque verde-, el Paseo de la Costa, el Parque Tecnópolis, el Parque Olímpico de la juventud y las sedes de los clubes Náutico de San Isidro, Hurlingham Club y la sede La Boya del Club de San Isidro; todos los lugares serán testigo de 286 sesiones de competencia con aires jóvenes, mucha potencia y proyección a futuro.
La despedida de la delegación argentina tuvo lugar en la sede central del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD). Allí se realizó la presentación de los deportistas de diversas disciplinas y países en manos del Comité Olímpico Internacional (COI) y del Comité Olímpico Argentino (COA), institución sponsoreada oficialmente por ICBC. Al finalizar el evento, los jóvenes y esperanzados atletas fueron a alojarse a la Villa Olímpica, que ya había abierto sus puertas y los esperaba con ansias.
Situado en Villa Soldati, el predio es el hogar de todos los deportistas participantes de los juegos hasta que finalice la competencia. Su construcción comenzó hace más de dos años, en mayo de 2016, cuando la ciudad de la furia fue designada como sede del flamante evento deportivo. Consta de 1100 departamentos, dado que además de alojar a los atletas debe tener lugar para sus equipos técnicos. Uno de los aspectos importantes de la Villa radica en que también funcionará como lugar de esparcimiento para que los atletas puedan disponer de su tiempo libre y descansar de sus obligaciones mientras no se encuentren en competencia. Todos ellos tendrán la posibilidad de ser protagonistas de las actividades educativas y culturales que llevarán adelante el Comité Olímpico Internacional y el Comité Organizador de Buenos Aires 2018, presidido por Gerardo Werthein, quien también está al frente del COA, una entidad patrocinada por ICBC.
La gente copó los Parques y aprovechó el domingo soleado y cálido para disfrutar de todos los deportes. Porque no fueron sólo los más tradicionales los que atrajeron el interés del público.
Cada partido, cada combate y cada competencia se disputó a tribunas llenas y hubo muchísimas personas que se quedaron con las ganas de ver algún evento porque los estadios no dieron abasto. Según la organización, fueron 80.000 las personas que visitaron los Parques de manera gratuita, con el Pase Olímpico.
Una cifra refleja la gran convocatoria que tuvo el primer día de acción de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Durante las primeras dos horas de actividad, más de 38 mil personas ya habían ingresado a alguno de los cuatro Parques y a las sedes independientes de competencia. Y más siguieron llegando a lo largo de la jornada, porque hasta bien entrada la tarde había personas afuera de los predios esperando para entrar.
En el Parque Olímpico, las colas para ver alguno de los eventos parecían interminables. Y nunca se acortaban, porque incluso una vez comenzadas las competencias, cuando no quedaban lugares vacíos en las tribunas, la gente continuaba aguardando afuera por si se abría algún huequito.
Pasó en el natatorio, donde ni Selene Alborzen (200 medley) ni la posta mixta de 4×100 libre pudieron avanzar a la final. Pasó en los pabellones en los que se disputaron el judo (con la gran actuación de Mikaela Rojas), el taekwondo, la gimnasia artística y acrobática, el levantamiento de pesas y la esgrima, en la que Matías Ríos perdió en los octavos de final de sable masculino.