Ivana Picallo es diseñadora. Sus vestidos, artesanales, hechos medida con los mejores materiales son buscados por las clientas más exigentes. Considerada una creadora de culto y de un gusto exquisito triunfa no solo en el país sino también en el exterior. Pero sus días se reparten entre diseños y moldes y la planificación y puesta en práctica de un proyecto que ama: “Vamos a coser Argentina”
“Hace 20 años que me dedico a la moda y siempre traté de ser una mujer donde otras mujeres puedan apoyarse, un poco por esto de romper con que las mujeres somos todas brujas entre nosotras” comentó Ivana
Convencida que debía realizar una “devolución a nuestro género” Ivana pensó cómo hacer precisamente un proyecto con sus saberes, que tienen que ver con la moda, pero no desde lo frívolo sino desde la realidad. “Estamos siempre las mujeres conectadas desde las mismas necesidades, independiente del nivel económico y social “- afirma.
Por esto puso manos a la obra y de la misma forma que diseña sus vestidos diseñó un proyecto de empoderamiento y ayuda a quienes necesitan hoy una mano. Pensó en aquellas que buscan insertarse laboralmente, las que necesitan herramientas para poder trabajar, incluso las que necesitan simplemente alguien con quien contar porque están absolutamente desprotegidas y fue así como nació la idea de Vamos a Coser Argentina
“El proyecto tiene una particularidad que es la solución pragmática, la práctica del ahora, del ya”-nos explica “Las que vienen a donde estamos – por el momento está físicamente en el Club de Emprendedores de Pilar, pero próximamente tendrá su lugar propio- vienen con todas sus necesidades, sus habilidades, sus ganas de querer coser, diseñar, reciclar y sobre todo la urgencia de poder valerse por sí solas”– asegura.
En este sentido la idea es no solo formarlas sino que al mismo tiempo tengan una salida laboral un ingreso que se dé en el momento que lo están haciendo.
“Tenemos estructuralmente el problema de creer que si no hay dinero, no hay nada y nosotras, en el grupo estamos haciendo todo esto sin dinero”- asegura
Con una energía desbordante y quitándole tiempo a su propio negocio e incluso a sus tres hijas Ivana busca sponsors y empresas que la ayuden para una Carrera que se va a realizar en abril en Puerto Madero, en el Puente de la Mujer con la idea de poder recaudar fondos para materiales para que este proyecto siga adelante e incluso se multiplique en otros lugares. Una máquina de coser que no usan, tijeras, telas, todo sirve para, en el taller, ayudar a las mujeres a desarrollar el oficio.
Sabe que no todas las mujeres viven una misma realidad y que la vida de las pasarelas y de la alta costura es inalcanzable para muchas pero asegura que a la noche, cuando cada mujer llega a su casa todas quieren lo mismo, un plato de comida, un mimo y que es importante que la otra mujer, que está en una situación distinta a la suya – sea mejor o peor- tenga empatía y realice una alianza para construir algo superador para todas.
En esta herencia que se da de generación a generación en su familia no está sólo la costura como pasión, forma de vida y sustento sino también algo que ella valora y que le enseñó su abuela y su madre y que tiene que ver con la dignidad, la cultura hacia el trabajo y el respeto, pero aclara “el respeto al otro y el respeto a uno mismo como mujer” En ese sentido aclara que a veces las mujeres, que están muy vulnerables porque sufren violencia de género, que están en un lugar que no eligen, en un lugar donde la pasan mal se les dificulta encontrar el camino y no es fácil para ellas pensar que puede haber una solución a lo que viven. Con los pies sobre la tierra asegura que no todo es Heidi y Sarah Kay y que cuando falta la comida para tus hijos se te caen las lágrimas pero cuando dignamente uno encuentra las herramientas y puede salir adelante el orgullo es enorme.
Así es Ivana Picallo, con ese apellido italiano que la enorgullece y un torbellino desbordante de ideas que lleva a la práctica día a día con un lema más que sencillo “Uno puede sumar o restar, estoy convencida que sumando, siempre se logra más recompensa”