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Argentina, bien posicionada en el mundo energético

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En un ranking que establece cuales son los mejores países para invertir en proyectos energéticos sustentables, aparece en el top ten.

La República Argentina se encuentra en el noveno lugar de un ranking que indica cuales son los países que resultan más viables para llevar a cabo proyectos de energías renovables.

Según un informe realizado por la consultora Ernst & Young, Argentina desplazó a los Países Bajos al décimo lugar y escaló una posición en el ranking mundial.

Los principales puntos que tiene en cuenta la consultora son las prioridades de inversión y las políticas para fomentar el crecimiento de los desarrollos energéticos sustentables. Además, son importantes la extensión de los contratos y el financiamiento de los proyectos.

En tanto, actualmente el ranking está liderado por China. Los países que la siguen son Estados Unidos, Francia, India, Australia, Alemania, Japón, Reino Unido, Argentina y Países Bajos.

Por otra parte, el territorio nacional ha sido durante este año el escenario de muchos proyectos de energías renovables. Entre ellos que se destacan grandes parques eólicos, como el que fue habilitado recientemente en Río Negro.

El top 10 de países latinoamericanos con mejores condiciones de inversión para energía renovable

Global Climatescope es quizás el informe interactivo más completo que evalúa la situación política, finanzas y proyecciones de crecimiento de la demanda eléctrica por país. En su última edición Bloomberg New Energy Finance ofrece un esquema comparativo de posibilidades de inversión en distintos mercados emergentes.

Los 10 países latinoamericanos con mejores condiciones de inversión para energía renovable; estos son: Chile, Brasil, México, Perú, Argentina, Uruguay, República Dominicana, Panamá, Colombia y Guatemala.

Sorpresivamente Chile no sólo se destaca como favorito en la región, sino que también mantiene el primer puesto en la escala global de países emergentes, superando a Ruanda, Jordania, Filipinas, Tailandia e incluso a gigantes como China e India. 

“Los recursos naturales excepcionales de Chile, el gobierno estable y la economía saludable lo hacen atractivo para la inversión en energía limpia. El gobierno ha establecido objetivos ambiciosos a largo plazo para agregar capacidad de energía limpia y ha comenzado a implementar políticas para fomentar un entorno en el que los proyectos renovables sean más competitivos”, señala el informe.

Con un mercado eléctrico abierto a la participación privada, Chile ya cuenta con un registro de $10 mil millones de inversión en energía limpia entre 2013 fines de 2017. Entre ellos, una buena mayoría habría sido destinada a tecnología solar fotovoltaica, principalmente a grandes parques de generación conectados a las redes del Sistema Eléctrico de Aysén (SEA), el Sistema Eléctrico de Magallanes (SEM) y el Sistema Eléctrico Nacional (Sistema Eléctrico Nacional, o SEN), creado con la conexión del Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) y el Sistema Interconectado Central (SIC).

Según el Departamento de Información y Estadísticas de la Comisión Nacional de Energía (CNE) de Chile, la capacidad instalada neta de generación eléctrica este año ascendió a 23294 MW. De los cuales un 20,7% corresponde a Energías Renovables No Convencionales (ERNC).

La potencia instalada neta con base a estas tecnologías alcanzó un total de 4.824 MW. Por ubicación, una gran mayoría –4.795 MW– se encuentran conectados al SEN, mientras que el restante se encuentra dividido entre el Sistema Eléctrico de Aysén –26 MW– y el Sistema Eléctrico de Magallanes –6 MW–.

Un escenario diferente se daría en generación distribuida. El informe de Bloomberg NEF indica que si bien la generación fotovoltaica distribuida se expandió fuertemente en 2018 (de 12MW en enero a 20MW en septiembre), la falta de financiamiento barato, así como la burocracia, siguen siendo obstáculos para el sector.

Otra barrera son las interconexiones entre las redes antes mencionadas. “La interconexión es fundamental para permitir que la energía solar, en particular, producida en el subsistema SING del norte y que alberga los mejores recursos solares, fluya hacia el centro del país, donde se concentran la población y la demanda”.

Como datos tenidos en cuenta para este análisis, la metodología del Global Climatescope incluye como Fundamentos la contribución determinada a nivel nacional (NDC), incentivos para la mitigación del cambio climático, acuerdos de compra de energía (PPA), mercado mayorista de energía, crecimiento del PIB del país, tasa de crecimiento de la generación, tasa de crecimiento de la demanda, entre otros.

Por su experiencia en el crecimiento de la inversión en energía limpia, disponiblidad de financiamiento y capacidad instalada de energías renovables, también se destacó en el informe a los países de México y Brasil dentro del top3 en latinoamérica.

Brasil, cuarto en la escala global, es el segundo país en la región. De este mercado se destaca ser pionero en las subastas competitivas, que llevaron a más de 24.8GW de energía renovable contratada.

“La importante competencia entre los desarrolladores de proyectos causada por la falta de contratos durante el período dio como resultado el precio de subasta de viento promedio más bajo jamás registrado en Brasil de $ 20.3 / MWh en abril de 2018”, detalla el informe.

De allí, se advierte que las subastas y la medición neta seguirán siendo políticas cruciales para desarrollar en Brasil el sector eléctrico renovable.

Por su parte, México, octavo en la escala global, completa el podio como tercer favorito en la región, debido a que en los últimos años se han observado rápidos descensos de costes tanto para la energía eólica como para la solar. En parte por ello, se espera que hasta 2020 este país experimente un auge solar, con más de 10GW agregados a la red, sumados a unos 7GW de energía eólica.

En la actualidad, según la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el Modelo Eléctrico Mexicano cuenta con casi la mitad de los proyectos regidos por la Ley de la Industria Eléctrica, a partir de aquellas tecnologías. Un 31% correspondería a solar y un 18% a energía eólica. Esto significa 26,065.7705 MW, un 20.08% del total de permisos y autorizaciones vigentes de energía eléctrica en México.

“Las tres subastas de México realizadas durante 2016-17 han estimulado el interés de los inversores (…) México ha liderado en América Latina con nuevas inversiones en energía limpia desde 2017, atrayendo cerca de $ 2 mil millones en el primer semestre de 2018, de los cuales el 70% se destinó a la energía solar”, precisa el informe.

Sin embargo, el escenario podría modificarse tras reciente cancelación de la cuarta subasta de energía renovable a largo plazo. Por lo que restará ver qué decisiones toma la actual gestión sobre la Nueva Política Energética Para El Bienestar de México, que contemplará su Plan Nacional De Desarrollo 2019-2024.

Otros países que completan el top 10 de la región son  Perú (4), Argentina (5), Uruguay (6), República Dominicana (7), Panamá (8), Colombia (9) y Guatemala (10). En estos países las subastas también resultaron fundamentales para el despegue del sector.

En el caso de Perú las cuatro subastas que se realizaron a partir del Decreto No. 1002, permitieron la adjudicación de 71 proyectos por un total de 1,34 GW en tecnologías de biomasa, pequeñas centrales hidroeléctricas y parques solares y eólicos. No obstante, empresarios peruanos solicitan al actual gobierno retomar las subastas para poder avanzar en nuevos desarrollos que favorecerían al país.

Por su parte, Argentina lleva 147 proyectos renovables adjudicados a través del programa RenovAr en sus distintas rondas: ronda 1 (29 proyectos por 1142MW), 1.5 (30 proyectos por 1281MW) y 2 en su fase 1 y fase 2 (88 proyectos por 2043MW). A aquello se deben sumar los 23 parques eólicos y 26 solares que obtuvieron prioridad de despacho a través del Mercado a Término Energías Renovables (MATER), que totalizan 1164,4 MW de potencia – 876,9 MW eólicos y 287,5 MW solares–.