Obras de Marie Orensanz, Nicola Costantino y Gachi Hasper, además de las enigmáticas niñas que Eugenio Cuticca ya expuso en el MAR de Mar del Plata, se integran en las fastuosas torres del desarrollador Jorge Pérez en Puerto Madero. Ya fueron emplazadas algunas esculturas, de acceso público, mientras la construcción entra en su fase final.
En la calle Pierina Dealessi al 1700, en Puerto Madero, la obra avanza a un ritmo récord para lo que se acostumbra en Argentina, según dicen. Por afuera, un largo corredor dobla la cuadra y abarca casi una manzana, con grúas y dotación trabajando. Pero adentro ya se vislumbra lo que será, en unos 60 días, según calculan, el flamante edificio SLS Lux. Es el primer emprendimiento en el país del desarrollador inmobiliario y coleccionista Jorge Pérez, nacido en Argentina y uno de los nombres más resonantes en Miami. Siguiendo la marca distintiva de sus emprendimientos, el arte latinoamericano pauta los espacios comunes.
“Adentro del hotel habrá obras de los artistas visuales Jorge Miño, Lucas Béccar y Aldo Sessa, entre otros. La idea es llenar los espacios con arte de primer nivel”, explicó Carlos Rosso, presidente de la empresa Related Group, este viernes en un desayuno en Puerto Madero. Afuera, en el patio descubierto con juegos infantiles, que será de acceso público, se ve la pared intervenida por Gachi Hasper. La artista tendrá además las dos instalaciones de aluminio que están ubicadas a ambos costados de la entrada del hotel. Allí mismo, habrá una obra de la recordada Graciela Sacco -de la que hay una pieza en el PAMM, el museo Jorge Pérez de Miami, y un mural de Fabián Burgos. Y desde el techo hasta el piso, se está construyendo una enorme estructura curva que alojará una obra de gran escala de Eugenio Cuttica, Silla sobre la luna. De hecho, ya están emplazadas algunas de las tres piezas escultóricas ganadoras del concurso que se hizo para este espacio. Las autoras premiadas son Marie Orensanz (Premio Julio Le Parc), Diana Cabeza (Primera Mención Honorífica) y Nicola Costantino (Segunda Mención Honorífica). Mujeres, en el barrio que homenajea al género desde el nombre de las calles hasta el emblemático Puente de Calatrava.
Al llegar al edificio, destaca el mural colorido de 30 metros de alto, colocado en la fachada del hotel. Su creadora es Gachi Hasper. “Carlos (Rosso) ya había visto mi obra en el Faena y me contactó a través de la galería Miranda Bosch, con la que yo trabajaba. Cuando fue a la Gala del Museo de Arte Moderno, se enamoró de esa pieza y eso fue lo que detonó que quisieran comprarla y que, finalmente, dos años más tarde, se esté colocando aquí y en Miami (el PAMM – Perez Art Museum Miami), contó la artista a Clarín. La obra ocupa toda la pared que mira a la calle y se puede ver desde lejos. “Lo que me gusta mucho es que está en el espacio público, no hay que pagar entrada, cualquier peatón viene caminando y ve el mural de metal. Incluso, viniendo con el auto, te vas acercando y lo ves”, dijo la artista. Además, la pintura tiene la particularidad de estar justo frente a un edificio de vidrios espejados que la refleja y expande, multiplicando su gran impacto visual. “Eso es muy genial y maravilloso -se entusiasmó Hasper- depende desde donde la mires, ves doble: la obra y su reflejo”, señaló.
Otro de los atractivos del proyecto es Silla sobre la luna, la instalación de Eugenio Cuttica, que consistirá en 29 esculturas que representan niñas hechas en resina. La obra original, que el artista expuso en el Museo MAR de Mar del Plata, constaba de 105. “Las niñas significan la feminidad verdadera que está mirando hacia el horizonte y que es la mirada de la conciencia. Están sobre una silla que es un altar, es en realidad, un homenaje de la feminidad a la redención que conquista, que es el poder femenino y la estructura curva que baja desde el techo es como una ola, la ola de la nueva conciencia que está llegando”. La muestra en el MAR, “Ataraxia”, retoma un término de origen griego que refiere a la anulación de las emociones para llegar a un espacio mental de silencio en el que se puede experimentar la felicidad plena.
El parque escultórico se completará con las obras elegidas por el jurado del grupo: Tenemos el poder de elegir, de la prolífica artista Marie Orensanz; Ruedas, de la arquitecta y diseñadora de arte urbano Diana Cabeza y Fuente de la vida, de la rosarina Nicola Costantino. Las tres artistas renombradas, de extensas trayectorias en el mundo.
“Yo trabajo en la materia calada”, dijo Marie Orensanz para explicar su obra que obtuvo el Premio Julio Le Parc en ese concurso. “Para mí es importante que se vea a través de la materia, que la gente pueda completarse, es un discurso abierto, el que mira lo completa. Para mí es súper importante la idea de que el ambiente condiciona a la gente y, a la vez, desde hace muchos años, trabajo con la palabra porque, si yo hago un hombrecito chiquito aplastando a otro, por ahí la gente se distrae con la imagen. En cambio, si pongo las palabras, ‘Tenemos el poder de elegir’, por ejemplo, esto es más evidente y el ambiente condiciona a la gente, allí también hay una evidencia de lo que estamos diciendo”, resumió.
En Ruedas, Diana Cabeza creó una estructura con tres ruedas enlazadas de color naranja. Su obra está ubicada en el centro del patio. «Es interesante cómo, a partir de un soporte que no tiene un uso tradicional, uno reinventa distintas formas de apropiación, es un poco la idea”, explicó la artista. “Es mi primer obra escultórica, porque suelo hacer soportes de uso comunitario”, concluyó.
La pieza que aún no se ha instalado es Fuente de la vida, de Nicola Costantino, cuya primera versión fue expuesta por la artista en ArteBA en 2017. Su propuesta consiste en una escultura/fuente de agua, integrada en el paisajismo.
“Hace dos años que venimos hablando de esto, es un proceso largo, ir trabajando primero en planos, en ideas, en proyectos y ayer, cuando crucé y vi el edificio y las obras de Diana, de Marie y de Gachi reflejándose en todos los edificios vecinos, me dio una emoción inmensa”, expresó la Directora de Arte del Grupo Related, Patricia Hanna, que también fue miembro del jurado del concurso.