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Menores tiempos, mayor adaptabilidad y menor desperdicio de obra son las algunas de las ventajas de steel framing y steel deck, formas de construir que provienen de los países del norte. Se trata de sistemas semi-industrializados que permiten una mayor eficiencia en todo el proceso y hasta una mayor sustentabilidad.

La metodología, que proviene principalmente de los Estados Unidos, optimiza los tiempos y hace posible llevar a cabo una remodelación, una vivienda completa y hasta edificios que requieren de mayor ingeniería.

Surge en Estados Unidos, y luego se extendió a Europa y Japón. En Dubái las construcciones son casi en su totalidad de acero y vidrio. Ahora está desembarcando con fuerza en Latinoamérica y, puntualmente, en Argentina. El producto se está insertando cada vez más en el mercado porque demuestra que la construcción tradicional ya no es más la joya de la corona, no es más garantía de calidad. Los materiales han evolucionado y el cambio ha llegado a la forma en la que construimos nuestras casas».

En muchos barrios privados se observa esta modalidad que implica un cambio cultural. 

En Escobar se vio un gran paso en este cambio de paradigma cuantan con numerosas obras de steel frame premium. El barrio, incluso, posee un etiquetado de sustentabilidad para las viviendas cuyo objetivo es que a futuro sea una variable más a tener en cuenta a la hora de vender y comprar una casa. El futuro ya llegó, depende de nosotros si queremos subirnos o no.

Este sistema constructivo relativamente nuevo para el país tiene grandes diferencias técnicas con respecto a la construcción tradicional. Si bien llegó al país hace unos 10 años, en los últimos dos o tres está en gran auge.

Cada vez es más aceptado y utilizado en las obras. Son sistemas que no tienen restricciones a la hora de diseñar los proyectos debido a su gran versatilidad.

Se trata de un sistema de perfiles estructurales galvanizados, que después quedan cubiertos con placas de revestimiento tanto para el interior como para el exterior. Está en auge, primero, porque la construcción en seco fue aprobada desde el punto de vista estructural. Segundo, porque su mayor ventaja reside en su velocidad. Y, por ejemplo, una casa de 100 metros puede terminarse en un mes, lo que impacta en lo económico al calcular el costo por metro cuadrado.

Acelera el proceso de construcción y utiliza menor cantidad de mano de obra. Desde el punto de vista de la sustentabilidad y cuidado del medio ambiente, es una obra más limpia, con menos desperdicio y con materiales no contaminantes. 

Los tiempos son más cortos, la construcción es más racional porque no se hace y se rompe para pasar las instalaciones, lo que hace que baje el costo de mano de obra. «Está tendencia viene principalmente de Estados Unidos donde la mayoría de las obras se realizan en seco, porque, además de acotar tiempos y mano de obra, permite el reemplazo o la transformación futura de las unidades. Permite fácilmente, retirar, mover, ampliar o reemplazar las partes», agregó. 

Para proyectos de mayor envergadura como es el caso de la construcción de edificios también la tecnología muestra aires de cambio. 
La tendencia que utiliza el acero SAE cada vez más empleado en edificios de escala mediana, aunque, también, en ampliaciones e intervenciones.

Se usa el acero, no el hormigón. Se trata de una tecnología de avanzada con velocidad de ejecución y un montón de diferencias con la construcción tradicional. 

El acero estructural es una evolución de los perfiles anteriormente llamados IPN: «Ahora se denominan WPN, y están realizados en acero SAE, lo que les da mayor resistencia en menor sección y son hasta un 60% más livianos. A menor peso de la estructura, menor es el volumen y la resistencia de las bases. Esto también permite manipular la perfilería manualmente».

La estructura puede soldarse o abulonarse, pero el montaje en general es rápido porque las piezas vienen cortadas a medida y listas para armar. Luego se puede optar por un encofrado tipo steel deck, y llenarlo con hormigón o instalar losetas premoldeadas.

Menor peso, fácil manipulación y velocidad, todos estos factores resultan en una obra más eficiente. A pesar de ser materiales caros, se traduce en una obra del mismo costo o aún menor al de la construcción tradicional.

Estos proyectos tiene muchísimas ventajas porque en barrios con viviendas que se repiten, permite amortizar el uso de los moldes, disminuye notablemente los tiempos de construcción y disminuye el desperdicio en obra.

La calidad constructiva viene de la mano de la industrialización del encofrado. Además, permite ofrecer un producto que sigue cumpliendo con las expectativas de los clientes en cuanto a resistencia y durabilidad del material utilizado. El segmentos de unidades de vivienda están inclinándose cada vez más hacia la industrialización, dejando de lado la construcción tradicional.

Enfocando el segmento cada vez más en construir lo más eficientemente posible de manera sustentable. Por eso, para finalizar este tipo de sistema, las paredes se revisten con materiales aislantes.