El juez federal de Morón, Néstor Barral, ordenó esta semana la captura internacional de cuatro integrantes del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por haber formado parte de una asociación ilícita acusada de lavar u$s1.800.000 provenientes del narcotráfico en México a través de un negocio en el barrio porteño de Puerto Madero.
Se trata de Francisco Marzio Medina González, Pedro Merced Medina Lizarraga, Julio César Alegre Ortega y Rodrigo Lepe Uribe. Los cuatro mexicanos respondían en Buenos Aires a Gerardo González Valencia, uno de los jefes de «Los Cuinis», brazo financiero de la organización narcocriminal.
Dos fuentes judiciales con acceso al expediente le confirmaron a TN.com.ar que el magistrado envió un exhorto a México para que la Policía Internacional (Interpol) los detenga con vistas a extraditarlos para poder indagarlos por el delito de «lavado de activos».
El juez también procesó a dos argentinos que colaboraron con los mexicanos en el lavado: taxista Marcelo Arias, apuntado como testaferro y Oscar Calvete, presunto administrador. Además, junto con el fiscal Sebastián Basso, les solicitó a las autoridades de Uruguay poder indagar allí al propio González Valencia.
La investigación comenzó el 10 de marzo de 2009 cuando uno de los mexicanos chocó su Chevrolet Astra en Puerto Madero. Los agentes de Prefectura le solicitaron los papeles del auto, pero recibieron una amenaza como respuesta: «En mi país ya estarían muertos».
Una vez abierto el expediente, el juez Barral y el fiscal Basso descubrieron que detrás de ellos estaba González Valencia. Como la mayoría de los integrantes del cartel, Gerardo comenzó en el bajo mundo del narco. La Corte del Distrito de Columbia de los Estados Unidos lo busca por el contrabando de al menos 5 kilos de cocaína y 500 gramos de metanfetaminas. Pero, como luego se dedicó a lavar las ganancias, Uruguay lo arrestó por la compra de una casona en Punta del Este, nueve autos de alta gama y 45 celulares.
Antes de mudarse a Uruguay, Gerardo estuvo en la Argentina con su familia. Como publicó TN.com.ar, abrió «Corner, mi lugar» en la calle Pierina Dialesi 260, de Puerto Madero, y pensaba sumar a su cadena de minimercados un local frente a la Plaza Congreso y otro a 500 metros del Obelisco. Su idea era invertir U$S 2.500.000. Para eso contrató a Arias -apuntado como testaferro-, Calvete -gerenciador del local- y al italiano Giuliano Gasparotto -también encargado del negocio-.
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos incluyó en 2015 a 21 integrantes del CJNG, «Los Cuinis» y 22 empresas -por el caso la abierto en la Argentina- en la «Lista Clinton» por sus vínculos con el narcotráfico.
El clan de los González Valencia no estaba en el radar de los Estados Unidos cuando Gerardo operó en la Argentina, pero ahora se convirtió en parte del cartel más temible de México. De hecho, el líder del CJNG, Nemesio «Mencho» Oseguera Cervantes, cuñado de Gerardo, juró venganza contra el gobernador Alfaro por el presunto pacto con los de Sinaloa.
En los últimos días, en consecuencia, volvieron a aparecer cuerpos colgando de puentes o descuartizados al costado de las rutas por la pelea a muerte de esos dos cárteles.
La guerra entre el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el de Sinaloa por las «plazas de la droga» no parece tener fin. El líder del CJNG, «El Mencho», amenazó al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, por el presunto pacto con el cartel de Joaquín Guzmán Loera, alias «Chapo». El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negó que su gobierno hable con los narcos y criticó la existencia de las autodefensas: «El Estado debe garantizar la seguridad pública».
En ese escenario, los detectives de Interpol deberán localizar a los cuatro mexicanos buscados por el juez Barral para que presten declaración indagatoria por lavar dinero en Puerto Madero.