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La nueva Terminal de ómnibus de Retiro

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Tras varias licitaciones fallidas, el Ministerio de Transporte evalúa dos propuestas para la renovación integral de la estación de ómnibus. La concesión será por los próximos 35 años

Vidrios rotos, baños clausurados, escaleras fuera de servicio, goteras y pisos sucios hacen de la vieja terminal de ómnibus de Retiro un postal de la decadencia y el abandono. Sin embargo, tras varias licitaciones fallidas la estación se encamina a recuperar su antiguo esplendor.

Desde principios de mes el Ministerio de Transporte evalúa dos proyecto para renovar por completo la terminal y entregar en concesión el predio por los próximos 35 años. Ambas propuestas incluyen la construcción de oficinas, paseos peatonales, locales comerciales, espacios verdes y hasta un hotel. No obstante, los principales criterios para determinar al ganador de la compulsa serán el monto total de inversión prometido y el cánon que se comprometen a pagar al Estado. El plazo para terminar la obra rondará los 20 meses.

En 1993, en plena ola de privatizaciones, la concesión de la terminal quedó a cargo del empresario Néstor Otero y su firma Terminales de Buenos Aires (TEBA SA). Otero, conocido popularmente como el «Zar de Retiro», años después sería condenado por coimear en 2006 al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime y también aparecería en los Cuadernos que escribió Oscar Centeno. Según el chofer, por ejemplo, el empresario habría entregado un bolso calculado en USD 250.000 a Nelson Lazarte y le regaló vinos y champagne a Ricardo Baratta, mano derecha del ex ministro Julio De Vido.

Llamativamente, una de las empresas que actualmente compite por el contrato de renovación es Terminales Terrestres Argentinas SA. (TTA SA) -firma vinculada a Néstor Otero-, que también estuvo a cargo de la construcción de la terminal Dellepiane, en Villa Soldati, conocida por su mínima afluencia de pasajeros. Sin embargo, desde la empresa aseguran que el viejo «Zar» vendió sus acciones y ya no ocupa un rol dirigencial.

TTA SA encargó el diseño conceptual al estudio Maletti Zanel Malettique desarrolló otros proyectos de gran envergadura como el Hangar 5 de Aerolíneas Argentinas -el más grande de Latinoamérica- en Ezeiza y el moderno edificio del ITBA en el distrito tecnológico de la ciudad de Buenos Aires.

Su contrincante es la empresa Neuss Capital, de la familia Neuss, que ganó la concesión para la VTV y para la instalación de surtidores eléctricos en la ciudad y tienen la licencia exclusiva de la Fórmula E de autos. Neuss se presentó en asociación con el Estudio Lecueder, que actualmente es administrador de los ocho shoppings que desarrolló en Uruguay y tiene amplia experiencia en el diseño de terminales de ómnibus.

La Terminal de Retiro fue inaugurada en 1983 con el objetivo de centralizar la entrada y salida de micros para mejorar el tránsito en la ciudad. El edificio cuenta con tres niveles: en el primero funcionan los servicios de encomienda; en el segundo se encuentran las plataformas de salida y llegada, las confiterías y locales comerciales, y en el tercero están la boleterías.

A pesar de su deterioro, se calcula que durante la temporada alta pueden llegar y salir más de 2.000 micros por día con 25.000 pasajeros a bordo.

La primera prórroga de la concesión -por 10 años- fue otorgada en 2005 durante el gobierno de Néstor Kirchner, y en 2015 se volvió a firmar una segunda prórroga mientras se intentaba llevar adelante el proceso de licitación. Al primer llamado -abril de 2017- solo se presentó Otero, por lo que la licitación quedó sin efecto. Para la segunda apertura de pliegos se sumaron otras tres empresas. No obstante, el gobierno dio de baja el proceso porque la mejor oferta económica había sido la de TTA SA, justo en medio del escándalo de los cuadernos. Además, se alegó que ninguna de las propuestas cumplía con los parámetros de integración al área circundante.

Finalmente se llamó a una nueva licitación que concluiría en octubre.