La falta de estacionamiento en Puerto Madero y la caída de clientes por la crisis económica afectan gravemente al sector.
A casi cinco meses de inaugurado el Paseo del Bajo, en Puerto Madero, la industria gastronómica sufre los coletazos de la nueva obra como nunca antes.
Hace pocos días, cerró el primer restaurante de renombre en la zona desde que se cortó la cinta de la nueva traza. El restó Le Grill dejó de funcionar. Ahora en su local flamea un inmenso cartel de venta/alquiler. “Intentaron retenerlo, comenzaron cerrándolo al mediodía, pero finalmente no se pudo mantener más. ¿La razón? La recesión y el Paseo del Bajo”, aseguró Carlos Yanelli, secretario de la Cámara de Restaurantes y dueño de un prestigioso restó.
La crisis que atraviesa el sector no le da respiro a ningún local de la zona. Desde que comenzaron las obras de la nueva traza, Puerto Madero perdió el 50% de su clientela, las ventas cayeron en picada y ni siquiera los extranjeros que por allí pasean resultan suficientes para remontar el negocio. Esto se traduce también en una importante pérdida de fuentes de trabajo.
“Dentro del ranking, venimos segundos en cierre de comercios después del barrio de Belgrano. Cuando comenzó la obra tuvimos quebrantos millonarios. Hoy, alquileres, expensas, luz y gas son los principales detonantes”, aseguró Yanelli.
Hace tres años, cuando recién comenzaba la construcción, había 42 restaurantes sobre Alicia Moreau de Justo. Actualmente, hay 36.
Si bien la mayoría de los automovilistas celebra la inauguración de la autopista, dado que el tránsito definitivamente se agilizó, Puerto Madero sigue en conflicto por la falta de estacionamiento. La gran mayoría de los 5.600 espacios de parking que había antes fueron ocupados para la construcción del Paseo del Bajo “Tuvimos que salir a alquiler cocheras en un edificio para poder paliar la falta de estacionamiento. Eso nos impacta económicamente. Los fines de semana tenemos comensales, pero la situación más complicada se vive de lunes a viernes”, aseguró el encargado de un conocido restó de la zona.
Actualmente, aquellos restaurantes que cuentan con servicio de valet parking o estacionamiento lo celebran a viva voz, con carteles que no pasan inadvertidos. Porque estos espacios tan codiciados son una joya que nadie quiere soltar.
Mientras tanto, Puerto Madero sigue en obra. A pesar de los recientes cambios en el tránsito, todavía queda pendiente terminar de parquizar, levantar escombros y las vallas que separan las calles Huergo de Alicia Moreau de Justo, entre otros trabajos.